Alejandra Roccisano
Durante 29 años trabaje en el Servicio Médico Laboral de una empresa multinacional como Enfermera Profesional, allí durante todo ese tiempo desarrolle el sentido de la intuición, me daba cuenta que algo sucedía antes de que hablaran, ni que hablar de la empatía!!
Pero hubo un momento que deje de sentir satisfacción con mi trabajo, este tipo de empresas solo miran los números y no en capital humano, además con la velocidad con la que evolucionan, a favor del negocio claro, hacia que las personas a las que conocía ya no estaban y las que ingresaban eran totalmente apáticas y sumamente competitivas. Comencé a darme cuenta que ya no era mi lugar.
De la enfermería al negocio inmobiliario
Cuando ingresé a la multinacional, lo hice en la Gerencia Medica por mis capacidades de gestión. Pero al poco tiempo cambio esa Gerencia y mi forma de trabajar no era compatible con los intereses de los nuevos jefes, así es que me sacaron de ese puesto y me colocaron en el último lugar de la empresa en un depósito que muchos de los empleados creían que era de un tercero.
Pero no deje de ser YO, esa capacidad de gestión y resolución la lleve conmigo, eso me valió mi permanencia en la empresa. Aquí manejaba 500 empleados de los cuales el 90 % eran operarios. En el año 2008 me tomo 15 días de vacaciones en la temporada de invierno coincidiendo con el receso escolar de mis hijos y, a mi regreso me informan que se había tercerizado la operación (ese 90% había pasado a manos de otra empresa).
Me sentí desprotegida ¿Cuánto faltaría para que me quede si mi trabajo?, ya con más de 40 años y con hijos a mi cargo era difícil encontrar otro empleo.
Decidí ingresar nuevamente a la universidad, cuando inicié mi primera carrera, había dos ramas que me gustaban mucho, la Salud y las Leyes. Me decidí por la salud, pero nunca dejé de coquetear con las leyes, al punto que hice la especialidad en salud ocupacional, allí se conjugaban ambas. Pero ya no eran suficientes, otra rama que siempre me gusto era la de escribanía o Notario, pero comenzar una carrera tan larga era complicado para mí, necesitaba una salida más rápida.
Acompañando a una amiga para vender una propiedad conozco a una Martillera que en una charla me oriento para tomar la decisión de comenzar esta carrera, ya que era lo más parecido a la carrera Notarial. A los pocos meses la comencé y al cabo de 3 años obtuve mi título.
Descubriendo las similitudes
La verdad, no se parecen en nada si uno las compara, una es Científica y la otra puramente Comercial. La similitud radica en como yo amalgamo las dos.
Si, utilizo todo mi conocimiento y mi experiencia de 34 años de una profesión en Salud que necesita del trato empático, esa intuición, ese saber escuchar la necesidad del otro y tratar de alcanzar la ayuda y digo tratar porque no depende la solución solo de la buena voluntad, hay enfermedades que arrasan con las personas. Entonces uno está ahí, acompañando, entendiendo, y hasta sufriendo también con ellos y su familia.
Esto es lo que combino con el negocio inmobiliario, hago que algo tan comercial sea más humano, más cercano, empatizando con el dolor de quien debe realizar una operación inmobiliaria, cuáles son los motivos que lo llevan a desprenderse de su propiedad, porque tuvieron un traspié económico, porque se tienen que agrandar, o reducirse porque los hijos crecieron y no solamente hay que desprenderse de la propiedad, sino también de todos los recuerdos. Ni que hablar de todos los tramites que hay que realizar. Lo mismo sucede para la compra, encontrar la propiedad que necesitan con el dinero que tienen, porque es su primera vivienda, porque se agrando la familia, o porque necesitan más espacio al aire libre.
Acompaño y ayudo a disminuir el estrés que eso genera escuchando la necesidad de mi cliente tanto para la búsqueda de una propiedad como para vender la existente.
¿Como lo hago?, teniendo una conversación con mis clientes donde les solicito tener para conmigo la mayor Honestidad y confianza posible asegurándoles la confidencialidad y la utilización de la información proporcionada solo para su beneficio.
Te invito a que agendes una entrevista personalizada para poder armar ese equipo que te beneficiara sin ninguna duda.